El empowerment consiste en “delegar poder y autoridad a los subordinados y conferirles el
sentimiento de que son dueños de su propio trabajo”. Implica crear un
ambiente que favorezca que los empleados puedan tener una influencia real sobre
su trabajo, depositándoles una confianza plena.
Hoy en día cada vez es más necesario adaptarse a las
condiciones cambiantes, conseguir ser más flexible, reducir costes y aumentar
la calidad de los bienes y servicios. Si
el trabajador es (o debería ser) quien mejor conoce su puesto de trabajo y sus
áreas de responsabilidad, ¿no parece lógico que el propio trabajador pueda
sugerir mejoras y ejercer cierto control sobre su trabajo?
Veamos un par de ejemplos. En la fábrica de Ford, situada en
Wayne, Michigan, un grupo de empleados hizo una sugerencia que ahorró 115.000
dólares por año en la compra de los guantes que usaban para protegerse cuando
manejaban planchas de metal y vidrio. El grupo descubrió cómo lavar los guantes
para que se pudieran utilizar más de una vez.
En el caso de Avon Products, decidió atribuir facultades a
sus gerentes de minorías para mejorar las ventas y el servicio en los mercados
de zonas urbanas marginadas. Al basarse en la creencia de que los gerentes de
minorías comprenden mejor las necesidades de los residentes en estas zonas,
Avon convirtió un mercado poco rentable en un área de ventas muy productiva.
Por tanto, el empowerment no implica que el empleado pueda hacer lo que le plazca o que no deba
ser controlado su desempeño. El empowerment implica conceder libertad al trabajador para tomar decisiones relacionadas
con su puesto de trabajo, haciéndole partícipe de su desarrollo y el de la
organización.
Algunos de los beneficios
que se consiguen gracias al empowerment son:
- Los empleados se muestran más comprometidos con la empresa, su motivación es mayor y, por tanto, su productividad también aumenta.
- Aumenta la creatividad
- La toma de decisiones es más eficaz, puesto que las decisiones son tomadas por aquel que mejor conoce el área en cuestión
- Se reduce la resistencia al cambio, ya que todos participan en la toma de decisiones
- Mejora la comunicación entre todos los miembros de la empresa
¿Aún no estás dispuesto a
delegar responsabilidades en tus empleados?
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